Padecer disfunción eréctil fue devastador. Intentar varios tratamientos para la disfunción eréctil y fracasar dejó a John en un estado depresivo y al borde del divorcio.

Mi esposa me habló seriamente y me hizo tres preguntas: 1) ¿Todavía la deseaba? 2) ¿Estoy teniendo una aventura? 3) ¿Soy gay? Amo a mi esposa. ¡Estaba padeciendo disfunción eréctil!

Lo intenté todo. Primero, usé Viagra™. Mi seguro solo cubría unos pocos comprimidos por mes, lo que no era suficiente para nosotros. Luego, probé Levitra™. Y luego Cialis™. Cada medicamento funcionaba un tiempo y luego dejaba de dar resultado. Conseguía una erección, pero no duraba o no era lo suficientemente firme. Cortaba las píldoras para ajustar la dosis. Después de unos años, probamos el dispositivo de erección de vacío, pero no era para nosotros. Luego probé las inyecciones. Fui a una “clínica para hombres”. Incluso pedí hierbas como la “hierba de cabra en celo” de un anuncio en la parte posterior de una revista. Solo estaba tratando de sentirme hombre otra vez.

Estaba al tanto del implante de pene debido a lo que había leído. El gran avance se produjo cuando una mudanza me hizo consultar a un nuevo médico. Me remitió a un especialista en implantes y un mes después allí estaba, ¡despertando después de la cirugía con una erección parcial! Era la primera vez que me operaban y, honestamente, estaba nervioso. Pero la recuperación fue bastante fácil para mí. Tener el implante ha sido REALMENTE genial. Recuperé mi vida.